Perfumador de Lluvia.

Hace un día despejado, estoy con mis amigos en mi barrio de Alcalá, nos acercamos a una persona que esta en medio de la calle con una mesa y un perfumador de vela sobre ella, de esos que se pone una velita debajo para que evapore un liquido que se le echa encima. Ésta persona coge una velita la enciende y lo pone dentro del perfumador, en el momento en el que empieza a meter la vela comienza a nublarse el cielo de una forma anormal, y comienza a llover muy fuerte, hasta el punto de crearse ríos donde antes no había e inundarse los patios interiores de los edificios, como si fueran piscinas. Mi casa se encontraba en medio de uno de estos ríos, parecía de papel, la agarro y la arrastro unos metros por el rió hasta colocarla entre un molino de agua y unos arboles.

Ahora estoy dentro de mi casa, en una habitación con solo tres sillas, sentado en una de ellas con mi portátil sobre las piernas, me escribo con un amigo cuya casa cambia de lugar cada diez segundos, se supone que había quedado con él en su casa pero es casi imposible encontrarla, y en caso de encontrarla no me iba a dar tiempo a entrar, así que le digo que ya quedaremos (se tendría que saber todos los autobuses de la ciudad al dedillo).