Cazando lo abstracto.

Es un bosque bastante denso, apenas deja pasar la luz del sol, una chica se encuentra un poco desorientada en él, yo soy un espectador. Un hombre (yo sabia que solo era humano en apariencia) sale de detrás de un árbol y comienza a caminar, se para a un metro de ella y mirándose a los ojos sin abrir la boca él desprende una luz, todo se queda blanco (la sensación que tenia yo en el sueño era como si el hombre sin contacto físico la hubiera fecundado).

Sin saber como llegamos a esa situación, me encuentro a mi mismo metiendo a ese "hombre" en una jaula, que se hallaba en una habitación de paredes negras y cuya luz solo era la que entraba por la puerta. Delante de la jaula había una mesa, en la que nos sentamos yo y la chica del bosque, sacamos unas fotografías y se las mostramos, en ellas se ve una foto aérea de el bosque con un circulo de unos 4 Km de diámetro, en cuyo centro hayamos a la chica desnuda e inconsciente, el hombre no abre la boca, se mantiene impasivo delante de las barras.

La chica y yo decidimos buscar respuestas, para ello sentados al otro lado de la mesa miramos fijamente a los ojos al hombre hasta que comenzamos a caminar dentro de otro sueño, como si hubiéramos podido husmear dentro de su cabeza, allí nos encontramos en una carretera recta, sin fin, con el cielo nublado y con matojos de hierba mas altos que nosotros, de color pajizo. Entre la calzada y la hierba había parejas de animales muertos, pero en todas ellas una de las parejas asoma su cabeza por la boca de la otra, como si estuvieran escupiendo un clon de ellos mismos, mas adelante vemos algo similar pero con objetos, como si hubiera un fallo y se hubieran congelado en mitad de un proceso de mitosis.

Cuando salimos ella cree haber encontrado la respuesta y me lleva a una habitación donde tiene la cabeza de un lobo disecado y me dice que el secreto se encuentra en una muela que se le mueve al lobo, cree que tiene relación con el fin de todo lo que conocemos, yo la creo. Cogemos la cabeza del lobo y la llevamos enfrente del hombre, le decimos que hemos encontrado el secreto, y el nos contesta "lo habéis comprendido, pero ya no se puede evitar".