Me encuentro en un cuarto con decoración medieval, observo como un anciano que parecía un alquimista dibuja cosas en un gran papel sobre una mesa, con los ojos cerrados. Me esta ayudando a recordar, ya que él tiene el don de dibujar cosas existentes pero que aún no se han visto o demostrado su existencia. Ha dibujado ya varios objetos, todos ellos inventos muy raros, pero de pronto comienza a dibujar lo que parece ser un dragón chino en cuya espalda lleva un mundo entero, con montañas, ríos, bosques y animales. El anciano antes de terminar de dibujarlo abre los ojos y lo tacha hasta que no se aprecia el dibujo, pero ya me había ayudado a recordar lo que buscaba y como llegar hasta él.
El Dragón de Tierra siempre esta volando, se camufla como una nube por la parte inferior, y su vida, y el mundo que lleva a sus espaldas se retroalimentan, haciéndolo practicamente inmortal. La única forma que hay de llegar hasta él, es subiendo la montaña mas alta que existe y esperar. Si realmente mereces subir a su espalda, entonces aparecerás a las puertas de su mundo.
Y allí estaban, unas escaleras enormes que iban a parar a unas puertas de reja de la misma magnitud. Un mundo nuevo por conocer, y un privilegio para los seres de vida finita.
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