miércoles, 28 de julio de 2010

Asalto.

Es de noche, estoy en un callejón junto con seis personas mas, somos un grupo rebelde que asalta lugares en los que se trafica con todo tipo de cosas y personas. Estamos descansando porque mañana tenemos que asaltar una casa que podría resultar bastante problematica, no usamos armas de fuego, utilizamos nuestra fuerza y objetos como bates de baseball, spray con mechero etc. Nos movemos muy rápido por lo que no nos suelen asustar las armas de fuego, y a pesar de lo que hacemos, somos un grupo bastante alegre, es como si fuéramos todos hermanos.

Nos escondemos en callejones, cambiando de sitio continuamente, yo estoy sobre unas maderas, es una litera rota. Veo llegar a nuestro líder, es un hombre bastante mayor, canoso, se ríe al verme caer de la litera porque se a roto una pata, nos reunimos con el para que nos explique como vamos a proceder con el asalto.

Al día siguiente viene un coche a recogernos para acercarnos hasta donde se encuentra la casa, de camino observo pensativo mi reflejo en los cristales de los escaparates. Todavía no ha salido el sol, bajamos del coche y cogemos palos, sprays y mecheros del maletero. Vamos corriendo por la calle, llegamos a una puerta de madera bastante grande, yo entro por una ventana de la planta de arriba, nada mas entrar me encuentro un armario con tres chicas atadas y amordazadas, de fondo escucho a mis compañeros entrar en la casa, se escuchan disparos y voy corriendo, salgo de la habitación y veo desde arriba el salón y mis compañeros pegándose con unos hombres de negro, enmascarados y con metralletas, uno de ellos me dispara desde abajo, y me da en el cuello pero no me ha hecho nada, me agacho detrás de un murillo, tengo el pulso acelerado, veo lo que disparan en el suelo, son bolitas de color beige y asperas, bajo corriendo por las escaleras y cuando llego abajo están mis compañeros sentados en el sofá viendo la tele, serios y en silencio, no están los hombres de negro, les llamo pero ni me miran, una mano me agarra del cuello y comienza a levantarme, se parece a los hombres de antes pero es un robot, no puedo respirar, vuelvo a mirar a mis compañeros que no se mueven, y caigo en la cuenta de que lo que disparan son pastillas alucinógenas y que lo que estaba viendo no era real, demasiado tarde, pierdo el conocimiento.

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